Seguro de hogar ante robos: qué esperar y cómo reclamar

Los ladrones encuentran en el verano su momento ideal. Entre junio y agosto, los robos en viviendas suelen aumentar, así que tener un buen seguro de hogar es más importante que nunca. Y si alguna vez te toca pasar por esta situación, es normal preguntarse: ¿qué cubre mi póliza y qué debo hacer después de un robo?

Robo vs. hurto: ¿cuál es la diferencia?

Conocer la diferencia es clave, porque de ella depende la cobertura de tu seguro:

  • Robo: implica violencia, fuerza o intimidación. Por ejemplo, romper una puerta o amenazar a alguien dentro de la casa.
  • Hurto: ocurre sin violencia ni forzamiento, como aprovechar una puerta abierta para sustraer objetos.

En general, las pólizas cubren mejor los casos de robo que los de hurto, e incluso algunas no incluyen este último.

Qué cubre un seguro de hogar

La cobertura de la mayoría de los seguros incluye los objetos robados y los daños en la propiedad (puertas forzadas, cerraduras rotas, cristales dañados…). Pero ojo: cada póliza tiene sus límites y condiciones, así que conviene revisarlas bien.

Los objetos de valor, como joyas, dinero en efectivo, tecnología o instrumentos profesionales, suelen requerir declaración previa y documentación que pruebe su existencia y valor. Si compras algo nuevo, asegúrate de incluirlo en la póliza para que esté protegido.

Algunas aseguradoras también ofrecen protección frente a robos fuera del hogar, siempre que se produzcan con violencia o amenazas, cubriendo objetos como teléfonos, bolsos, relojes y ordenadores.

Consejos prácticos

El seguro puede reducir su cobertura si no cumples ciertas condiciones: no activar la alarma, dejar objetos de valor fuera de una caja fuerte o mantener bienes en zonas exteriores poco seguras. Además, suelen aplicarse franquicias o límites según el tipo de objeto.

Además del seguro, fortalecer puertas y ventanas o añadir alarmas y cámaras ayuda a disminuir significativamente el riesgo y, en ciertas situaciones, incluso puede reducir el coste de la póliza.

¿Cuánto cuesta un seguro con cobertura antirrobo?

Depende del tipo de vivienda, la aseguradora y el nivel de protección. Las pólizas básicas empiezan desde unos 100 € al año, mientras que las más completas, con coberturas adicionales, rondan los 300 €.

En Carolina Balista recomendamos revisar bien las condiciones de cada póliza y elegir el nivel de protección que mejor se adapte a tu hogar y estilo de vida. ¡Así podrás disfrutar del verano con tranquilidad!

Donación de bienes inmuebles: ¿notario sí o no?

Imaginemos una vivienda familiar, un simple papel manuscrito y el recuerdo de un reparto realizado hace décadas. Esta combinación, aunque parezca inocua, puede generar conflictos legales importantes. Recientemente, un caso similar llegó a los tribunales y la resolución dejó clara una lección fundamental: sin formalización adecuada, una donación de inmueble carece de validez.

En esta situación, una de las hijas alegaba que sus padres habían repartido su patrimonio en vida, incluyendo la vivienda, mediante un documento escrito a mano. Sin embargo, el resto de los herederos no estaba de acuerdo, y el papel carecía de firmas, fecha o constancia del consentimiento de todos los implicados. La Audiencia Provincial determinó que, sin escritura pública, no existe donación válida de un inmueble, por lo que la propiedad debía considerarse parte de la herencia.

Una nota manuscrita, sin formalidades, tiene un valor probatorio muy limitado. Aunque pueda reflejar la voluntad de alguien, jurídicamente no equivale a un acto de transmisión de propiedad. Para que una donación tenga efectos legales, se exige la escritura pública, tal como establece el Código Civil. Solo así se puede inscribir el inmueble en el Registro de la Propiedad y garantizar derechos plenos al donatario.

Existen mecanismos legales para repartir bienes en vida, pero requieren formalidades estrictas, como la ratificación en testamento y la redacción de escritura pública. Una vez fallecido el causante, no es posible “legalizar” un reparto verbal o informal. Lo que sí se puede hacer, si hay acuerdo entre los herederos, es formalizar la partición de la herencia mediante escritura pública, respetando los derechos de todos.

Por eso, aunque un acuerdo verbal entre familiares pueda evitar conflictos momentáneamente, no reemplaza los requisitos legales. La escritura pública asegura claridad, seguridad jurídica y evita que futuros conflictos conviertan un reparto bienintencionado en un largo proceso judicial.

En Carolina Balista siempre recomendamos formalizar cualquier donación o reparto de patrimonio a través de notario. La tranquilidad de saber que los bienes están legalmente protegidos no tiene precio y evita problemas que pueden perdurar generaciones.

 

¿Te subirán el alquiler? Descubre el nuevo mecanismo de actualización

Si eres inquilino o propietario, seguro te has preguntado cómo afectará a tu bolsillo la actualización del alquiler a partir de 2025. El pasado diciembre, se publicó oficialmente la metodología del Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV), el nuevo indicador que sustituye al IPC para ajustar las rentas de manera más estable y previsible.

Hasta 2024, las subidas de alquiler se habían limitado a un máximo del 2% en 2022 y del 3% en 2024. Sin embargo, con la entrada en vigor de este índice, se busca desvincular la actualización de la inflación general, que en algunos periodos alcanzó cifras extraordinarias debido a la energía, la pandemia y tensiones internacionales, y garantizar incrementos más coherentes con la realidad del mercado.

El IRAV se calcula como el valor mínimo entre tres parámetros: la variación anual del IPC, la inflación subyacente y una tasa anual media ajustada que incorpora factores de crecimiento y objetivos de estabilidad. De esta manera, se protege tanto al arrendador como al inquilino, evitando subidas desproporcionadas pero manteniendo la rentabilidad de los contratos.

Para actualizar el alquiler, el propietario debe notificar al inquilino con un mes de antelación, y la revisión solo se puede realizar una vez al año.

Es importante destacar que el nuevo índice solo aplica a vivienda habitual y a contratos firmados después de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda en 2023. Contratos antiguos, alquileres temporales o locales comerciales seguirán rigiéndose por los criterios pactados previamente.

El IRAV ya se publica mensualmente en la página del INE y permite a inquilinos y propietarios anticipar la evolución de sus contratos. A lo largo de 2025, los valores han mostrado ligeras variaciones, manteniéndose alrededor del 2%, mucho más estable que el IPC.

Soy Carolina Balista, y como agente inmobiliaria, siempre recomiendo estar informado sobre estos cambios para planificar las finanzas personales o la gestión de tu inmueble. Conocer cómo funciona el nuevo índice te permitirá negociar con seguridad y evitar sorpresas a la hora de renovar tu contrato.

Renueva tu hogar: ¿cuánto vale cambiar las puertas?

Renovar las puertas de tu vivienda es una de las reformas más habituales y que puede transformar por completo el ambiente de cualquier hogar. Ya sea por motivos estéticos, para mejorar la funcionalidad o aumentar el aislamiento térmico y acústico, cambiar las puertas es una inversión que merece la pena. Pero, ¿cuánto cuesta realmente esta renovación?

El precio final depende de diversos factores: el tipo de puerta (interior o exterior), el material, las dimensiones, la cantidad de puertas a sustituir y, naturalmente, la mano de obra.

Puertas interiores: costes y opciones

Las puertas interiores suelen medir alrededor de 2 metros de alto por 75 cm de ancho. Si eliges madera maciza, el precio puede variar entre 200 y 600 euros según la calidad. En cambio, las puertas de MDF, hechas con fibras prensadas, resultan más asequibles y suelen costar entre 150 y 300 euros. Por otro lado, las puertas lacadas, que ofrecen un acabado moderno y liso, suelen costar entre 200 y 400 euros.

Puertas exteriores: seguridad y presupuesto

Las puertas de entrada requieren una inversión mayor debido a la seguridad. Una puerta blindada de acero puede costar entre 600 y 1.500 euros, mientras que una de madera resistente y aislante ronda los 500 a 1.200 euros. Las opciones en aluminio o PVC son más económicas, con precios entre 200 y 800 euros, ideales para viviendas que buscan durabilidad y fácil mantenimiento.

Mano de obra y otros costes

La instalación suele costar entre 25 y 50 euros por hora, y cambiar una puerta puede suponer un coste adicional de entre 200 y 300 euros por profesional. También es importante considerar el precio de cerraduras y accesorios, que pueden sumar entre 20 y 100 euros por puerta.

Consejos para ahorrar

Para reducir costes, lo ideal es comparar varios presupuestos y considerar la opción de hacer el cambio uno mismo si cuentas con conocimientos de bricolaje. Además, restaurar las puertas antiguas con pintura o papel decorativo puede ser una alternativa económica y efectiva.

En Carolina Balista sabemos que cambiar las puertas es una excelente forma de renovar tu hogar y darle un nuevo aire, combinando estética y funcionalidad sin grandes inversiones.

 

¿Autónomo o estudiante? Así puedes alquilar sin nómina

Alquilar una vivienda en la actualidad es un desafío creciente. La escasez de oferta, el miedo a los morosos y la búsqueda constante de garantías por parte de los propietarios hacen que presentar una nómina sea casi una condición indispensable para muchos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando no se dispone de este documento? ¿Es posible alquilar sin nómina? Desde Carolina Balista te explicamos cómo hacerlo.

¿Es legal que soliciten tu nómina para alquilar?

Solicitar la nómina es una práctica común y legal, ya que sirve para garantizar que el arrendatario puede afrontar el pago mensual. Sin embargo, la ley no obliga a presentar una nómina específica para firmar el contrato. Lo realmente importante es demostrar solvencia económica y estabilidad financiera.

¿Se puede alquilar sin nómina?

Sí, cada vez más personas sin un contrato laboral tradicional encuentran vivienda. Autónomos, freelancers o estudiantes con ingresos irregulares pueden alquilar presentando otras formas de garantía. La clave radica en demostrar que el pago será realizado de manera puntual y confiable.

¿Cómo demostrar solvencia sin nómina?

Existen diversas alternativas:

  • Extractos bancarios o declaraciones fiscales que acrediten ingresos regulares.

  • Avales bancarios o personales que respalden el compromiso de pago.

  • Segundas garantías, como fianzas adicionales, que ofrezcan mayor seguridad al propietario.

  • Contratos temporales o en prácticas que aunque no sean nómina fija, prueban ingresos.

  • Informe de vida laboral, útil para autónomos o quienes han cambiado recientemente de empleo.

¿Y si eres estudiante?

Para quienes aún no cuentan con ingresos propios, lo habitual es que un familiar actúe como avalista o firme el contrato conjuntamente. También se puede negociar el pago adelantado de varias mensualidades o presentar becas como prueba de capacidad económica.

Consejos para alquilar sin nómina

Lo más importante es la transparencia desde el primer contacto. Junta toda la documentación que demuestre tu solvencia y prepárate para presentar garantías adicionales en caso de que se requieran. Buscar alquileres entre particulares puede facilitar el proceso, ya que las agencias suelen ser más estrictas en sus requisitos.

En Carolina Balista entendemos que cada perfil es único y ofrecemos asesoramiento personalizado para ayudarte a encontrar la mejor solución, incluso sin nómina.

Precio real de comprar casa nueva o usada: ventajas y desventajas

El mercado inmobiliario continúa con una tendencia alcista que afecta tanto a viviendas nuevas como a usadas. Frente a esta situación, surge la pregunta: ¿es mejor adquirir una casa nueva o una de segunda mano? En Carolina Balista analizamos las ventajas y desventajas para ayudarte a tomar la mejor decisión.

Comprar obra nueva suele implicar un coste significativamente mayor. Los precios de las viviendas recién construidas pueden ser hasta un 44% más altos que los de segunda mano, debido principalmente a los elevados costes de materiales, mano de obra y trámites administrativos. Además, las casas nuevas suelen incluir acabados modernos, mejores calidades, y cumplen con estrictas normativas de eficiencia energética, lo que se traduce en ahorro a largo plazo en consumo eléctrico y confort térmico. Otro punto positivo es la posibilidad de personalizar la vivienda a tu gusto durante el proceso de construcción, algo que no es posible en casas usadas.

En cambio, la vivienda de segunda mano generalmente presenta precios más asequibles y una mayor oferta en el mercado, sobre todo en áreas consolidadas donde el terreno para nuevas construcciones es limitado. Además, es común encontrar propiedades con más espacio o ubicaciones más céntricas a un menor precio. Sin embargo, estas viviendas pueden requerir reformas o actualizaciones que incrementen la inversión inicial y el tiempo para poder habitarlas plenamente.

El esfuerzo económico que implica comprar casa nueva suele superar el 35% de la renta familiar en muchas regiones, llegando incluso al 50% en ciudades principales, lo que puede resultar un desafío financiero importante. En contraste, la vivienda usada, aunque menos costosa, también está experimentando subidas, lo que obliga a evaluar bien la capacidad de endeudamiento y necesidades reales.

En resumen, elegir entre casa nueva o usada depende de prioridades: ¿prefieres pagar más por mayor comodidad y eficiencia, o buscas una opción más económica y rápida para entrar a vivir? En Carolina Balista te asesoramos para que tomes la mejor decisión según tu situación y mercado local.

 

¿Tienes una hipoteca variable? Así te afecta el Euríbor

Si tienes una hipoteca a tipo variable, seguro que has escuchado hablar del Euríbor, ese índice que marca el interés que pagas cada mes y que puede hacer que tu cuota suba o baje. Pero, ¿cómo te afecta realmente y qué puedes hacer al respecto?

El Euríbor es la referencia más común para las hipotecas variables en España. Cuando sube, las cuotas de tu hipoteca también aumentan, y cuando baja, se reducen. Esto significa que tu economía puede verse afectada por estas fluctuaciones, a veces de manera significativa. Por eso, muchos titulares de hipotecas variables están valorando cambiar a un tipo fijo para tener más seguridad y estabilidad en sus pagos mensuales.

Cambiar de una hipoteca variable a una fija no es un proceso complicado, pero sí implica costes y trámites que debes conocer. Existen varias formas de hacerlo: la novación hipotecaria, que consiste en modificar el contrato con tu mismo banco; la subrogación consiste en transferir la hipoteca a otra entidad financiera que ofrezca condiciones más favorables; mientras que la cancelación y la contratación de una nueva hipoteca es la alternativa más costosa.

Antes de tomar una decisión, es importante considerar aspectos como el saldo pendiente, la situación actual del mercado y tu capacidad financiera. Si cambias a un tipo fijo, tu cuota será constante durante toda la vida del préstamo, aunque suele ser más alta que una variable en periodos de Euríbor bajo. Sin embargo, ganarás tranquilidad al no depender de subidas inesperadas del índice.

En Carolina Balista entendemos que esta decisión puede ser compleja y que cada caso es distinto. Por eso, recomendamos asesorarte bien y utilizar herramientas como simuladores hipotecarios que te permitan comparar escenarios antes de dar el paso.

En definitiva, el Euríbor afecta directamente tus pagos mensuales si tienes una hipoteca variable, pero tienes opciones para protegerte y lograr mayor estabilidad financiera. Evalúa cuidadosamente, busca la opinión de expertos y selecciona la opción que más se ajuste a tu situación.

Presupuesto real para construir una casa de 120 metros cuadrados

Construir una vivienda de 120 metros cuadrados es un proyecto emocionante que requiere una planificación detallada para evitar sobrecostes y asegurar una ejecución fluida. Aquí te desglosamos los factores clave que influyen en el presupuesto real de construcción en España, teniendo en cuenta tanto los costes visibles como los ocultos.

  • Coste base por metro cuadrado

El coste promedio por construir una casa en España varía entre los 1.200 y los 1.800 €/m². Esto implica que una vivienda de 120 m² podría costar entre 144.000 € y 216.000 €, sin contar con el precio del terreno. Este rango depende de la ubicación, el tipo de materiales, el nivel de acabados y el sistema constructivo.

  • Mano de obra y licencias

Los honorarios técnicos (arquitecto, aparejador y coordinador de seguridad) representan entre el 10 % y el 15 % del coste de construcción. A esto se suman las licencias municipales y tasas, que varían según la localidad, pero pueden suponer hasta un 5 % adicional.

  • Terreno y características del solar

Si el terreno presenta dificultades como pendientes o suelos inestables, los costes de cimentación y preparación aumentan considerablemente. Además, la ubicación influye directamente en el precio del suelo y en el acceso a servicios básicos (agua, luz, saneamiento).

  • Tipo de estructura y eficiencia energética

Optar por estructuras simples (una planta, líneas rectas) y materiales estándar puede reducir el coste sin comprometer la calidad. No obstante, incorporar mejoras como aislamiento térmico, ventanas de alta eficiencia o energía solar supone un gasto adicional inicial, pero con beneficios a largo plazo.

  • Claves para optimizar el presupuesto

Diseñar una vivienda funcional, con distribución eficiente, elegir materiales locales y comparar presupuestos entre profesionales son estrategias eficaces para ahorrar sin sacrificar calidad.

En resumen, para una casa de 120 m², es prudente estimar un presupuesto total de entre 180.000 € y 250.000 €, incluyendo todos los gastos asociados. Desde Carolina Balista te ayudamos a planificar con precisión para que tu proyecto sea una inversión segura y sin sorpresas.

Qué hacer si te excluyen de la junta de propietarios

Ser parte de la junta de propietarios es un derecho fundamental de cualquier vecino con una propiedad en una comunidad. Si te han excluido injustamente, es importante saber cómo actuar para defender tu participación y tus intereses en las decisiones comunes. A continuación, te explicamos los pasos a seguir si te encuentras en esta situación.

  1. Revisa los estatutos y actas anteriores
    Lo primero que debes hacer es revisar los estatutos de la comunidad y las actas de reuniones anteriores. Asegúrate de que no exista ninguna norma interna que justifique tu exclusión y verifica si se han seguido los procedimientos legales para convocar y celebrar la junta.
  2. Solicita información por escrito
    Puedes pedir al presidente o al administrador que te expliquen por qué no has sido convocado o excluido. Es preferible hacerlo por escrito y conservar una copia de la solicitud. Esta acción es clave para dejar constancia de tu intención de participar.
  3. Asistencia con voz pero sin voto
    Si te enteras de la junta una vez iniciada o después de celebrada, puedes solicitar participar en calidad de oyente o pedir una copia del acta. Aunque no hayas sido convocado, tienes derecho a estar informado de las decisiones tomadas.
  4. Impugnación de acuerdos
    Si consideras que tu exclusión vulneró tus derechos como propietario, puedes impugnar los acuerdos tomados en esa reunión. Tienes un plazo de tres meses desde que se celebró la junta o desde que tuviste conocimiento de la misma. Es recomendable contar con asesoramiento jurídico para este paso.
  5. Contacta con un profesional
    Ante situaciones conflictivas o repetidas exclusiones, lo más sensato es acudir a un administrador de fincas o abogado especializado en propiedad horizontal.

En Carolina Balista recomendamos siempre actuar con prudencia y buscar soluciones amistosas antes de iniciar acciones legales. La buena convivencia y el respeto mutuo son la base de cualquier comunidad bien gestionada.

Derechos y deberes del gran tenedor en Cataluña: una guía para propietarios

En el contexto actual del mercado inmobiliario catalán, la figura del gran tenedor se ha convertido en un actor central, especialmente tras la entrada en vigor de la Ley de Vivienda y las regulaciones específicas para zonas tensionadas. A diferencia de la definición estatal —que considera gran tenedor a quien posee más de 10 inmuebles urbanos o 1.500 m² destinados a uso residencial—, en Cataluña esta categoría se aplica a propietarios con cinco o más inmuebles en zonas declaradas tensionadas.

Este umbral más restrictivo ha generado controversias y numerosas consultas jurídicas, debido a su aplicación automática y a menudo desproporcionada. Muchos pequeños inversores que destinan sus inmuebles al alquiler como forma de ahorro o complemento a su jubilación se encuentran ahora bajo una normativa pensada inicialmente para grandes patrimonios inmobiliarios.

Los grandes tenedores en Cataluña deben cumplir con obligaciones específicas, como la limitación del precio del alquiler en función del índice estatal, incluso en contratos de temporada o por habitaciones. Asimismo, ante un desahucio por impago, pueden estar obligados a ofrecer un alquiler social si el inquilino se encuentra en situación de vulnerabilidad. A esto se suma el deber de garantizar la habitabilidad y el mantenimiento de los inmuebles conforme a la normativa vigente.

Otro punto clave es el derecho de tanteo y retracto por parte de la Generalitat. En caso de querer vender una propiedad, esta puede ejercer su preferencia de compra, lo que añade un factor de incertidumbre al proceso de transmisión de activos.

Estas medidas, aunque buscan frenar la escalada de precios y proteger a los inquilinos, también han sido señaladas como posibles desincentivos a la inversión privada en vivienda. Muchos propietarios podrían optar por desinvertir en un mercado que consideran excesivamente intervenido.

En Carolina Balista comprendemos los retos a los que se enfrentan los propietarios en este nuevo escenario. Por eso, ofrecemos asesoramiento especializado para ayudarte a tomar decisiones estratégicas que garanticen el cumplimiento legal y la rentabilidad de tus inversiones.