Compraventa con pago aplazado de vivienda: ¿Qué riesgos existen para ambas partes?
En Carolina Balista sabemos que cada vez más personas buscan alternativas a la hipoteca tradicional y una opción que ha vuelto a ganar fuerza es la compra aplazada de vivienda, una fórmula que ya fue muy popular en anteriores crisis económicas y que hoy en día permite adquirir un inmueble de manera flexible y segura.
La compra aplazada de vivienda consiste en diferir el pago del precio en plazos pactados entre las partes, sin necesidad de recurrir a financiación bancaria inmediata. A diferencia del alquiler con opción a compra, esta modalidad permite al comprador entrar a vivir en la propiedad o reservarla, mientras va completando los pagos acordados.
Aunque este tipo de compraventa suele formalizarse a través de un documento privado, recomendamos siempre otorgarlo en escritura pública y proceder a su inscripción en el Registro de la Propiedad. Así, protegemos tanto al comprador como al vendedor ante posibles incidencias como embargos o impagos.
Además, la compraventa con pago aplazado puede incluir un pacto de reserva de dominio, donde la propiedad sigue perteneciendo al vendedor hasta que se complete el pago total. Esta condición, prevista en el Código Civil, garantiza la seguridad jurídica de la operación y brinda mayor tranquilidad a ambas partes.
En cuanto a los impuestos, no debemos olvidar que estas operaciones tributan, como cualquier compraventa: el vendedor debe declarar en su IRPF las ganancias patrimoniales y pagar la plusvalía municipal; el comprador, por su parte, abona el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP).
En Carolina Balista te asesoramos en cada paso del proceso, asegurándonos de que entiendas todos los detalles legales y fiscales para que tu compra aplazada sea un éxito.